viernes, 28 de octubre de 2011

Tema del Viernes: Basement Jaxx

Este tema tendría que sonar obligatoriamente cada viernes cuando acabas de currar como me pasó a mi hace una par de semanas (aunque en mi caso me saltó en el aleatorio del iPod, no es que sonara por megafonía). Es muy difícil no salir de la oficina bailando. Un buen rollo increíble.

Feliz fin de semana (largo) a todos.

Nota: primero me pongo la versión que me gusta a mí, aunque más abajo también pongo el vídeo original que está bastante gracioso.

Basement Jaxx - Do Your Thing




Economía para dummies


No, si esto es muy sencillo. Los que tienen más, no pagan más (y a menudo pagan menos) precisamente porque como tienen más, se lo pueden llevar a otros sitios y dejar de pagar. Además, como pagan tan poco, tampoco importa demasiado si pagan  o no. Lo que cuenta realmente es que tengan el dinero aquí.

En España pagamos muchos impuestos porque debido a un sistema defectuoso, solo pagamos cuatro1. Y los cuatro que pagamos son los que no nos podemos escapar, que somos los trabajadores por cuenta ajena2 (lo que incluye a los funcionarios).

Según los técnicos de Hacienda, el 90% de las SICAVS3 españolas se utilizan como  mecanismos de ingeniería financiera para que los ricos no paguen impuestos. Estas SICAVS no están sometidas al control de la Agencia Tributaria5 sino que se ven controladas (protegidas) por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Por desgracia, el capital de las SICAVS es tremendamente volátil, lo que hace que cualquier intento por cambiar esta realidad se vea frustrado por el peligro de que migren a otro lugar6.

Ahora, cuando venga un nuevo gobierno con ganas de arreglar el país y con un cheque en blanco firmado por el electorado ¿a quién creéis que le van a apretar las tuercas, a las grandes fortunas o a ti?

Esto es como si a los asesinos y a los violadores no los metieran en la cárcel porque como tienen pistolas pueden defenderse de los policías y te metieran a ti 5 años a la sombra por aparcar en doble fila.

No, si yo lo entiendo todo. 

Lo que pasa es que me toca un poquito los huevos.



1 Y menos porque no podemos. Según el instituto de estudios fiscales, un 37% de los españoles justifican el fraude fiscal a un encuestador del ministerio de hacienda (que manda cojones). Y está mejorando la cosa, que hasta hace poco era un 49%. Olé nuestros cojones.

2 En el impuesto de sociedades en 2008 cayó la recaudación un 40% a pesar de que las empresas estaban declarando el beneficio de 2007 que fue el más alto de la historia (según la central de balances  del Banco de España) .

3 Sociedades que tributan al 1%4 como si fueran un fondo de inversión (de los que normalmente al rescatar el dinero se tributa al tipo convencional).  Este régimen tributario está pensado para instituciones de inversión colectiva (más de 100 inversores), solo que en la práctica lo utilizan grandes fortunas como la de Koplovitz para tributar menos sobre sus propias inversiones. Al tener el control total del fondo (con hombres de paja para llegar al mínimo de inversores) no necesitan rescatar el capital porque pueden disponer de él con libertad (la compra de un inmueble por ejemplo, sigue siendo una inversión).

4El tipo normal de empresas es del 35%

5Según acordaron en 2005 las Cortes Generales. Estas que votamos tú y yo.

6Por ejemplo a Luxemburgo, donde podrían tributar al 0.01%. En Europa hay libertad de circulación de capitales y establecimiento. Cuando en 2009 se eliminó este régimen tributario para las SICAVS en el País Vasco, tenían más de 200. Actualmente no hay ninguna, están en el resto del territorio.

*todos los datos extraídos de la entrevista realizada en Asuntos Propios de RNE a Francisco de la Torre, portavoz de los Inspectores de Hacienda, el pasado 27/09/2011 (segunda hora de programa). La entrevista íntegra puede ser escuchada aquí.

jueves, 27 de octubre de 2011

Operación bikini.

Desde tiempos inmemoriales, el hombre se ha hecho una pregunta. Y es: ¿follaré más si me quito las lorzas? Y la respuesta es: sí amigo, no solo follarás más, sino que será más satisfactorio. Una mujer cuando se encuentra con unos abdominales como los de Cristiano Ronaldo ya viene preparada de casa y casi que ni te tienes que parar en preliminares. Ya sé que las mujeres dicen que solo se fijan en los ojos y en las manos y que les gustan los hombres detallistas y con sentido del humor, pero mienten como bellacas, si quieres poner cachonda de verdad a una mujer, enséñale unos glúteos capaces de partir una nuez, a ser posible depilados y cubiertos de aceite (si los cubres de chocolate ya es que no hace falta llegar a practicar el coito para que lleguen al orgasmo, es suficiente con que lo piensen). Otra opción es un Mercedes SLK, pero sale un poco más caro1.

Bien. Esto que parece tan sencillo, plantea un problema (lo de los abdominales, digo, no el Mercedes SLK; eso, con tener pasta, suficiente). Y es que claro, nos gustan las croquetas y la cerveza. Y sé que hay gente que sostiene que la cerveza no engorda. Lo que pasa es que toda esa gente tiene barriga cervecera, lo que es cuanto menos, sospechoso. De hecho todo el tema de la dietética esté rodeado de misterios. Parece que es muy sencillo hacer dieta, pero si esto fuera así, no se escribirían libros de dietas todas las semanas. Que si la dieta Atkins, que si la dieta Dukan, que si la dieta del cucurucho2.... Que si el aceite crudo no engorda, que si no se puede mezclar la pasta con arroz, que si la fruta nosequé... (sospecho que si juntas a tres nutricionistas en una habitación terminan pegándose). Para que veáis lo majo que soy, voy a contaros el secreto para adelgazar. Y en un post, que no os cuesta un duro.

Pero antes, una pequeña introducción. Yo, a pesar de que actualmente disfruto de un cuerpo apolíneo (que quiere decir con forma de Apolo, que creo que era un cucurucho de helado que había antes, como los de la dieta del cucurucho3) una vez en el pasado tuve una forma que podríamos denominar como más de botijo. Por este motivo empecé a decir a mi madre cuando me decía lo que había para cenar "esto no, que engorda". A lo que ella respondía con una sabiduría muy de madre "hijo, todo engorda". A lo que si yo hubiera sido el hombre sabio que soy ahora, le hubiera dicho "no, todo no; la sacarina por ejemplo no aporta ningún tipo de nutriente, por lo que no engorda; y la fibra ni siquiera se digiere. Chupar piedras no engorda nada ¡no todo engorda! En cualquier caso, incluso admitiendo que casi cualquier tipo de alimento supone un aporte de calorías, estarás de acuerdo conmigo en que la ración de torreznos con patatas y huevos fritos que estás preparando seguramente engordará más que unas verduritas a la plancha ¿no?". Mi madre es que el tipo de cocina mediterránea que cultivaba era bajo la técnica del 'baño de aceite', que tiene la ventaja que consigue que cualquier alimento engorde (incluso la verdura más asquerosa). Por otro lado, con esta técnica cualquier cosa es comestible (se han hecho experimentos con zapatos).

A lo largo de los años he aprendido mucho de dietética y he llegado a una conclusión: lo que engorda no son las grasas, ni los carbohidratos ni las napolitanas con crema (parece fácil pensar que sí, pero si fuera eso, con eliminarlas de la dieta, punto). Lo que engorda es el sabor. Pero el sabor agradable. Lo que podríamos llamar la deliciosidad (una propiedad de cualquier tipo de cocina exceptuando quizás, la inglesa4) La norma básica de cualquier dieta decente, es que sepa a corcho. Si puede estar asqueroso, mucho mejor.

Esto es así, fundamentalmente por dos motivos. El primero es el que denominaremos 'la naturaleza será muy sana pero un poco hijadeputa', que consiste en que las cosas que están buenas engordan más que que están malas. Esto es una constante universal, como la velocidad de la luz y que tu madre te llame siempre en los momentos más inoportunos. Por otro lado, si alguien va a decirme que prefiere las acelgas a una tortilla de patatas, no pienso discutírselo. Eso sí, que haga el favor de irse a cerrar la puerta por fuera, gracias, que aquí gente rara no queremos.

El otro motivo es que obviamente, cuando algo está bueno, comes más. Tengo la teoría de que me podría hacer rico publicando un libro de dietas tipo 'adelgace todo lo que quiera comiendo lo que le apetezca' solo con poner en letra pequeñita 'echando dos kilos de sal a cada comida'. Lo que pasa es que me da pereza luego escribir el libro de dentro.

Hay gente que sostiene que hay otra manera de adelgazar, que es haciendo ejercicio. La teoría de esto es quemar más calorías de las que se consumen. Hay por ahí tablas de calorías para que sepas lo que se consume con cada actividad diaria (incluso mensuales, porque también pone lo que consume el sexo5. Que si me vas a preguntar si follando se queman calorías, te diré: "Nacho Vidal, sí, un montón; ahora tú, con tus cinco minutos de misionero no quemas ni el yoghurt de la merienda, machote". El problema de la vida actual es que es tirando a sedentaria. Antes igual no, porque la gente hacía cosas como cortar árboles y cazar osos, pero como no quedan ya (al menos en mi oficina no, no sé en las vuestras), ahora mismo el trabajo más físico de una oficina es entrar en Facebook. Que ya os lo digo yo, cambiar tu estado doscientas veces, no consume calorías. Ni aunque riegues los tomates de tu granja cada vez.

Y la naturaleza, que como ya he dicho antes, será muy sabia, pero es un poco hijadeputa, hace una cosa que mola mucho, que es que aunque no quemes una caloría ni en respirar, el cuerpo te pida religiosamente todas sus comidas, e incluso si te aburres, alguna más (léase síndrome del domingo por la tarde). Es por esto que para compensar que la natural sedentosidad del ser humano actual (creo que me acabo de inventar una palabra, pero vosotros disimulad) sería necesario hacer aproximadamente hora y media de ejercicio intenso al día, que ya te digo yo que no apetece. Y ni tengo claro que fuera suficiente, la verdad.

Así que, amigos, hacedme caso. Si de verdad queréis adelgazar, eliminar cualquier cosa sabrosa o apetecible de vuestra vida. La sal (que no engorda, pero retiene líquidos), el azúcar (que sí que engorda), el café (que también retiene líquidos), la cerveza (que como todos los alcoholes, engorda)... y así, cualquier cosa que os pueda apetecer. Si tenéis una duda antes de comer algo ('¿esto engordará?') la respuesta es sencilla: si te apetece, engorda (vamos, que los nutricionistas no han prohibido todavía las tetas porque no se les ha ocurrido un motivo, pero solo por eso).

Quizás os parezca una dieta dura, pero pensad que esto solo hay que hacerlo durante toda la vida. ¿Qué? Ya no apetece tanto lo que marcar abdominales ¿verdad? Ya me parecía a mí. Ahora entenderéis por qué las modelos tienen todas esa cara de estreñidas...

Ya está el mono de la documentación tocando los huevos. No podía poner una foto de un brócoli, no. Menudo mamón. Ahora, él dice que no le pone nada esto. Claro, como es vegetariano...


1Todo esto se refiere, por supuesto a una mujer estándar. Las lectoras de este blog son mucho más sensibles a la inteligencia y al ingenio. Que si no, de qué iba a recibir yo tantas proposiciones indecentes...


2Eeer... no, creo que no voy a explicarla.

3QUE NO. He dicho que no la explico, y no la explico. Coñoyá...

4Si la comida inglesa es mala, las mujeres feas y el clima un asco ¿alguien me puede explicar por qué se pusieron a vivir allí los ingleses? Es que no lo entiendo...

5este chiste es para los que no tienen twitter. Si tienes, lee 'anuales', en su caso. Y NO, NO PIENSO EXPLICAR LA DIETA DEL CUCURUCHO, COPÓN YA.

lunes, 24 de octubre de 2011

miércoles, 19 de octubre de 2011

Sobre las parejas y eso.

Actualmente ya no  -porque como ya he comentado alguna vez, vivo dedicado a la vida contemplativa en una cueva cerca del pico de una montaña- pero en una época tuve relaciones sociales e incluso, a veces, pareja. En toda forma de vida basada en el carbono que haya tenido pareja (especialmente en los mamíferos) hay un momento en el que se presenta la contingencia de ‘salir en plan de parejitas’. ‘Salir en plan de parejitas’ sería, junto con cenar con los suegros y la castración en seco, uno de los mayores temores de los machos de cualquier especie (incluyendo ciertos tipos de microorganismos que viven en ácido sulfúrico, situación ya de por sí jodida). Esto es porque lo de 'salir en plan de parejitas' es un tipo de plan que por definición imposibilita parte de lo que mola de salir (es decir, emborracharse con los amigotes) sin reportar alguno de los encantos de salir a solas con una chica (o sea, meterle mano). Sería un poco como masturbarse pero parar antes de llegar orgasmo, para que nos entendamos...

Salir en parejita’ tiene, por otra parte un valor inapreciable como estudio antropológico de ese ente multiforme que es ‘la pareja’. Porque contra lo que se suele pensar, ‘la pareja’ no se trata de la simple yuxtaposición espacio-temporal de dos seres en diversos estados de enamoramiento/calentón (y no me robéis la definición que tengo pendiente subirla a la wikipedia). ‘La pareja’ es un ente único y diferenciado que surge de la simbiosis de sus componentes, logrando con ello una sinergia emergente de la propia relación (nota: antes de publicar, buscar esto en el diccionario para ver si significa algo).

Para iluminación de aquellos de mis lectores más anacoretas (signifique lo que signifique, tampoco voy a buscar en el diccionario todas las palabras) voy a caracterizar una breve relación con algunos de los tipos humanos que nos podemos encontrar bajo esta forma.

1. Los 'nosotros'. Muy fascinantes. Siempre hablan en plural mayestático sin ser ellos el papa ni nada de eso. Dicen cosas como ‘Nosotros somos más de Nesquik’ o ‘A nosotros no nos gusta trasnochar’.  Es muy difícil preguntar algo a uno de ellos y que no contesten con un 'nosotros' (generalmente ella, que suele ser la más 'nosotros' de los dos, al parecer). A mí me gusta imaginar que con el tiempo se transmutan en siameses unidos por la cadera o incluso más allá, se convierten en extraños seres de dos cabezas con un lado del cuerpo femenino y otro masculino, pero lo cierto es que la verdad es mucho más aterradora: de mayores se convierten en estas parejas de ancianitos que se parecen tanto que es difícil saber quién es él y quién es ella, y cuando los ves piensas que son hermanos. 

2. Los numereros. Están esperando quedar con alguien para montar un número. Cuando no se cabrea uno se cabrea el otro, y cuando no, montan los dos un escándalo por una tontería. El caso es dar espectáculo, porque lo llevan en la sangre. Muchas de estas parejas terminan trabajando de hecho en el circo o en clubs en los que protagonizan escenas de sado-masoquismo en directo. 

3. Los trapos sucios. Una variación del tipo anterior. Aprovechan la presencia de público para empezar a echarse cosas en cara. No contentos con ello, tratan de implicar a los espectadores a fin de que tomen partido por un bando u otro. Personalmente sospecho que en sus casas la vida es un remanso de paz. ¿Para qué iban a discutir también en privado, si ya están hartos de hacerlo en público? En algunas culturas arcaicas esta forma de conducta se consideraba merecedora de lapidación. Y francamente, no  me parece tan mal. 

4. Los mimosín. Mucho peores que los anteriores. Son tan cariñosos y se quieren tanto que no pueden evitar estar cinco minutos sin darse una muestra de cariño, un arrumaco, cogerse de la mano, besarse, etc. Suelen llamarse a si mismos por apelativos cariñosos que harían cortarse las venas de vergüenza ajena a un oso amoroso y hablan todo el rato en tono infantil (entre ellos, claro). Ciertos estudios indican que en la intimidad no se soportan, pero disfrutan haciendo sentir a los demás que no disfrutan plenamente de la vida en pareja. Han provocado más rupturas que las cenas de empresa o las inmigrantes del este y la frase más escuchada al regresar de una cena con ellos es 'tú ya no me quieres como antes, churri'.

5. Los estupendos. Están siempre a la última y si algo es tendencia, ellos lo tienen ya antes de que los mortales lo conozcan (en algunos casos extremos pueden llegar a tener el último gadget de Apple antes de que se diseñe). Su casa parece salida de una revista de decoración (pero de las modernas) y tiene un montón de cosas que no sabes si son para sentarse o para decorar (no preguntes si no quieres quedar como un pueblerino). Son incapaces de comer cosas normales como tortilla de patatas o chuletas (un gran número de ellos son veganos, sospecho que solo porque suena moderno). Es muy difícil estar a su nivel de conversación sin leer al menos cuatro revistas de tendencias (en inglés) y ver solo cine subtitulado. Si conoces algo de lo que mencionan, es que ya está obsoleto. Su mayor placer es pasarse el domingo tirados en el sofá en pijama como el resto de los mortales, pero no lo confesarían ni bajo tortura.

6. Los perfectos. Se parecen en algo a los anteriores. Concretamente en que su casa parece salida de una revista, pero en ese caso del catálogo de una tienda de muebles (una cara, Ikea no vale). Una visita rápida da la impresión de que nadie vive allí, pero que todo está puesto para dar la impresión de que sí (y si quieres ver una cara de pánico no tienes más que decir distraídamente 'Este CD no parece que vaya aquí ¿no?'). Sus hijos son los más guapos, los más listos y los más obedientes. Su detergente lava más blanco y sus coches no se estropean nunca. Personalmente sospecho que sus libros están huecos como los de las tiendas de muebles (y como ellos). Un día te enteras de que se divorciaron porque él se acostaba con la secretaria y ella con el monitor de tenis. Pero a pesar de todo, les sigue yendo genial, por supuesto.

7. Los nuevosricos. Salvo en casos excepcionales (véase por lotería primitiva), uno suele ser más nuevo rico que el otro (a esto se denomina vulgarmente braguetazo). Tratan de parecerse a los anteriores, pero como que no les sale, porque el rico de toda la vida ya está acostumbrado y no necesita parecer perfecto, y el nuevo rico tiene una pátina de vulgaridad que le sale por debajo. En contacto con estos te terminas enterando del precio de todo porque el más nuevo rico de la pareja está ansioso por mencionarlo todo el rato. Dan bastante grima, pero compensan porque luego de camino a casa te puedes divertir un rato criticándolos en el coche ('-¿has visto que lámpara más hortera'? -Huy si, que horror'. Y tal.)

Bueno, hay más tipos, pero yo creo que por hoy ya sería bastante, que tampoco es cuestión de aburrir. Si eso ya sigo otro día. O no.

viernes, 14 de octubre de 2011

Tema del Viernes: Muerte en Hawaii

Escuché este tema en un bar tomándome una cerveza y me hizo gracia. No sé nada absolutamente del tipo que canta, pero me gustan los colores del vídeo y que no tiene absolutamente nada que ver lo que se ve en él con el tema que suena. Bueno y esa guitarra hawaiana de fondo (que seguramente no se llame guitarra) que me recuerda a otro tema que ya puse, el I'm Yours de Jason Mraz (aunque yo puse otra versión). Y por supuesto, el final. Brutal el tipo disfrazado de delfín. Y especialmente el mensaje.



Que ustedes disfruten.

(yo ya lo estoy haciendo; estoy por ahí, que me he cogido unos días)

martes, 4 de octubre de 2011

Sobre la violencia y los géneros.

La verdad es que hoy no pensaba escribir, pero una noticia me ha venido a rescatar de mi letargo (por si alguien quiere, puede leer la noticia íntegra aquí antes de que la destripe). El tema de fondo es la violencia de género.

Bueno, por si alguien no le apetece leer la noticia (sé que la gente no pincha los links; a menudo yo tampoco lo hago en otros sitios que visito) al parecer un juez (y uno conocido, no un mindundi) no ha condenado a un tío por llamar zorra a una tía alegando que podía estar haciendo referencia a su astucia. Que a mí esto perdonadme, pero me hace gracia. Me imagino al tipo con las venas hinchadas como rotuladores llamando zorra a su mujer y ella pensando 'mira que mono, me está llamando astuta'.

Vale, admito que esto es una soberana idiotez. Nadie con dos dedos de frente duda que el tío estaba insultando a la mujer. Otro tema distinto sería si es justo que sea así. Reconozco que lo del sexismo en el lenguaje siempre me ha parecido una soberana gilipollez...y probablemente sea porque soy hombre. Me gustaría vivir en un mundo en el que llamar zorra a una mujer fuera aludir a su astucia del mismo modo que lo es llamar zorro a un hombre, pero me temo que no sea así actualmente (acabo de escuchar a Ana Pastor en Asuntos Propios de Radio Nacional citando a Nativel Preciado sobre las diferencias semánticas entre perro/perra, hombrezuelo/mujerzuela, lobo/loba, zorro/zorra... muy distintos y siempre haciendo referencia a la conducta sexual -no nos engañemos, no a la profesión- de las mujeres, no creo que sea casualidad; es un tema que no por mil veces mencionado deja de llamarme la atención).

En cualquier caso, creo que no debemos mezclar churras con merinas. El tema de la violencia de género se nos ha ido de las manos. Para empezar, desde el mismo nombre. ¿Por qué lo llaman violencia de género si quieren decir hombres pegando a mujeres? Todos sabemos que esta ley está hecha exclusivamente para protegerlas a ellas...

Vale, sé lo que vais a decir: no hay un problema de hombres maltratados (no al menos por la violencia) y desde luego, no hay un problema con que mueran hombres a manos de mujeres. Sobre lo primero, lo voy a apartar por ahora, pero desde luego en lo segundo voy a estar de acuerdo sin ninguna duda.

Y vaya por delante que a mí un tipo capaz de darle una hostia a una mujer me parece alguien despreciable, no digo ya si es capaz de darle una paliza. El tema es que yo desprecio cualquier tipo de violencia, no solo la machista. A mí me gustaría una ley que penalizara cualquier tipo de violencia, haciendo simplemente hincapié, como agravante, en el abuso de fuerza. Cualquier persona (de cualquier sexo, aunque obviamente van a ser más hombres) que pegue a otra (y me da igual de que sexo) deberá ser condenada por ello y más gravemente si las fuerzas no están equilibradas. Alguien que pegue a otra persona más débil merece siempre mayor castigo (en igualdad de fuerzas se supone al menos que la otra parte tendría una opción a defenderse, aunque esto también sería discutible).

Lo que pasa es que para evitar un problema que se da (hay muchos crímenes pasionales, si me permitís que utilice el término antiguo) se ha hecho una ley que no puede funcionar. Se ha diseñado una ley para evitar algo, y esto no se puede hacer. Un sistema judicial está hecho para castigar los delitos, no para evitarlos. Para evitarlos está la educación. Lamentablemente la educación da resultados a menos de cuatro años vista, por lo que a nadie le preocupa demasiado ocuparse de ella.

Hay hijos de puta (si me perdonáis el término sexista) que matan a mujeres. Esto es así y no podemos hacer gran cosa contra eso. La mayoría de los que lo hacen no han tenido nunca una denuncia por malos tratos. Esto debería hacernos pensar que el sistema no funciona.

Por el contrario, cada vez más a menudo nos encontramos abogados que agilizan los divorcios utilizando la carta 'malos tratos' o incluso 'abuso de menores' (esto me escandaliza especialmente). Que no debería pasar, ya lo sé. Que pasa, es algo que sabe todo el mundo (incluso escuché a una jueza quejándose de eso en la radio -lamento no poder citar la fuente)

Tengo un amigo que dice a menudo que nada le da más miedo a subirse en ascensor con una menor. Sostiene que si a ella le da por gritar 'que me violan' estás jodido. A mí me hace gracia, y sin embargo es lamentablemente cierto. Si yo voy a denunciar un delito, necesito aportar pruebas. Sin embargo, cada vez que se habla del tema en las denuncias de violaciones o violencia de género, parece escandalizar a la opinión pública que exijamos el mismo trato a las mujeres. Me temo que yo prefiero un sistema judicial garantista, en el que haya que demostrar la culpabilidad, no la inocencia. Prefiero no tener inocentes en la cárcel.

Y ahora os voy a contar un caso que viví de cerca hace tiempo (habrá miles de ejemplos, seguro que todo el mundo conoce alguno):

Un buen hombre (en quien confío plenamente) estaba casado con una mujer mentalmente desequilibrada. Y no digo esto de forma gratuita. Yo la conocí y puedo asegurar que tenía un trastorno bipolar no diagnosticado. En fase depresiva, ella era controlable. El problema era cuando estaba en fase maníaca. En -al menos- dos ocasiones ella quiso separarse de él estando en este estado. Él vivía esta situación con resignación. Lamentablemente la abogada (sí, era una mujer) de ella le recomendó denunciarle por malos tratos para agilizar los trámites. En viernes. Hacer esto tiene una maldad añadida, que es que el juez no va a verte hasta el lunes, o sea que un señor que puede ser totalmente inocente -y de hecho esto era así en este caso- pasa un fin de semana en el calabozo por obra y gracia de la ley de violencia de género. Adorable.

Sucede que este hombre además sufría del corazón, así que cuando solicitó su medicación los guardias civiles que lo custodiaban lo acompañaron a un hospital. Esposado. Cuando la doctora lo vio en esta situación les preguntó si estaban locos, llevar a un hombre que sufre del corazón esposado a un hospital, que le podía dar algo. Pero ellos alegaron que era el procedimiento. Muy adorable todo.

Para acortar una historia larga diré que obviamente el juez liberó al hombre el lunes a primera hora y que aquella denuncia no llegó a ningún lado -la retiró la mujer cuando se le pasó la fase maníaca. Cuando llegó la segunda denuncia -en iguales circunstancias- uno de los guardias civiles que ya había visto la historia más de cerca se puso en contacto con él y le dijo 'tenemos orden de ir a buscarte, búscate la vida pero no te quiero encontrar en casa', con lo que esta vez al menos tuvo tiempo de ir a casa de su hermano*.

Con todo esto quiero decir que para evitar un mal impredecible y en última instancia (y por desgracia) inevitable hemos creado otro perfectamente predecible y evitable, el del abuso de la ley. Nadie debería ser distinto ante la ley. Y digo nadie.

Y si no entendemos esto, es que no hemos entendido el problema.

Y retomo porque estoy alargándome tanto que pierdo el hilo. Lo que ha empezado todo esto ha sido la noticia que mencionaba antes. Y a mí lo que me escandaliza de esto es que la pena para el tipo era de un año de cárcel por llamar zorra a su mujer. Mirad, que es un desgraciado lo tengo claro. Que además, si te lees la noticia, resulta que al parecer también la amenazó de muerte (y  eso me parece realmente mucho más grave, especialmente porque al que se lo dijo fue a su hijo) lo que le empieza a hacer merecedor de una condena. Por lo que no paso es porque si yo llamo zorra a una mujer (y os aseguro que si yo tengo que insultar a una mujer lo que me va a salir no es la versión más suave del término) me pueden condenar a un año de cárcel porque se considera que es violencia machista, de género o como pollas le llamen. Por supuesto, si es otra mujer la que utiliza la palabra no se juzga de la misma manera porque el sexismo está fuera de cuestión. Entonces no es más que un insulto. Ole.

Entiendo que es un tema serio porque muere gente, y que probablemente en comparación mi queja parezca una tontería, pero a mi es un tema que me altera. En esto, igual que en el tema del terrorismo, estamos renunciando a derechos para perseguir a los culpables. Y con ello están ganando los malos.

Porque no estamos consiguiendo nada. Pero estamos perdiendo nuestra libertad en el camino.

*si queréis saber el final de la historia, a día de hoy, este pedazo de pan con dos denuncias por malos tratos sigue aguantando a su mujer enferma porque comparten una niña a la que quiere con locura y de la que teme que le quitarían la custodia en caso de divorcio.